sábado, 5 de mayo de 2012

Volcán de chocolate con nieve

Se le llama volcán porque su consistencia por dentro es
como una lava de chocolate, semilíquida. La nieve hace
un delicioso contraste con lo dulce del postre.


DÍA 121


4 de mayo


Grado de dificultad: Medio


Porciones: 5

Este postre nos quedó a pesar de todos los pronósticos. Mi esposo tomó la receta y se dispuso a prepararla, pero cuando batió los huevos con el azúcar la consistencia no fue la esperada. Para colmo previamente habíamos utilizado el horno y quedó con grasa que olvidamos limpiar ¡y se incendió! Abrimos todas las puertas y Paulino como pudo sofocó las llamas con unas servilletas de tela, sin agua porque la estufa es eléctrica. Parecía que nos quedaríamos con las ganas del volcancito que hizo erupción antes de tiempo, pero mi esposo, obstinado, limpio las cenizas, y metió este delicioso postre al horno. El resultado fue grandioso. Mis hijos enloquecieron con tanto chocolate, así que un sólo postre lo dividimos para los tres niños, y Paulino y yo nos comimos el resto, jiji. Vale la pena hacerlo, aunque hay que decir, tiene calorías para echar arriba, así que es una buena opción para un día especial. Prepárenlo bajo su propio riesgo, jeje.

Ingredientes:
El volcán de chocolate es un postre de origen francés y
fue creado gracias a un error del chef, que se equivocó en
la cantidad de harina.


  • 8 huevos
  • 1 taza de azúcar
  • 1 taza de chocolate semi amargo
  • 1/2 barra de mantequilla derretida
  • 2 cdas. de harina
  • Azúcar glass
  • Nieve de vainilla




Preparación:

En un recipiente se baten los huevos con el azúcar hasta alcanzar una consistencia cremosa.
Mientras, derretimos en baño maría el chocolate y le adicionamos la mantequilla derretida. Dejamos tibiar.
A la mezcla de huevo le agregamos el chocolate con movimientos envolventes, ayudados con un globo de mano. Se añaden una a una las cucharadas de harina hasta que se incorporen bien. ´
Enharinamos y engrasamos unas tazas y agregamos nuestra mezcla a 3/4 partes de cada taza. Las horneamos a 450 grados F o 230 grados C por sólo 8 minutos, no más.
Se deja enfriar por cinco minutos. Se sirve inmediatamente con un poco de azúcar glass encima y una bola de nieve de vainilla. ¡Culpablemente delicioso!


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